Jesús explica la parábola del sembrador: cada tierra representa una de las cuatro respuestas a la palabra del reino. La tierra junto al camino: representa a aquellos que nunca realmente oyen la palabra con entendimiento. La Palabra de Dios debe ser entendida antes de que realmente pueda dar fruto. Una de las obras principales de Satanás es mantener a los hombres en la oscuridad en cuanto a su entendimiento del evangelio. Satanás siempre asecha para estorbar la Palabra. Él siempre tiene miedo de dejar la verdad incluso en contacto seco y duro con la mente.
En pedregales: Como una semilla que cae en la tierra poco profunda sobre los pedregales brota con rapidez y luego se seca y muere. Esta tierra representa a aquellos que reciben la palabra con entusiasmo, pero su vida no dura mucho, porque no están dispuestos a soportar la aflicción o la persecución por causa de la palabra. Spurgeon marcó un buen punto en este pasaje: Quiero que entiendan claramente que la falla no se debió a la rapidez de su supuesta conversión. Muchas conversiones repentinas han estado entre las mejores que han sucedido. El problema no era su repentino crecimiento, sino su falta de profundidad.
Entre espinos: Las semillas crecían entre ellos y pronto las ahogaron, algunos responden a la palabra y crecen por un tiempo, pero son ahogados y parados en su crecimiento espiritual por la competición de las cosas no espirituales. Esta tierra representa un terreno fértil para la palabra; pero su tierra es demasiado fértil, porque también hace crecer todo tipo de cosas que ahogan la Palabra de Dios. Es decir, el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra.
Buena tierra: Como semilla cayendo sobre buena tierra. Esta tierra representa a los que reciben la palabra, y dan fruto en su tierra en diferentes cantidades (produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno), aunque cada una tiene una cosecha generosa. Nos beneficia ver partes de nosotros mismos en las cuatro tierras.
Como la tierra junto al camino, a veces no permitimos que la Palabra tenga lugar en nuestras vidas. Como los pedregales, a veces tenemos momentos de entusiasmo al recibir la Palabra que pronto se agotan. Como la tierra entre espinos, las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas amenazan constantemente con ahogar la Palabra de Dios y nuestro crecimiento. Como la buena tierra, la Palabra da fruto en nuestras vidas.
Notamos que la diferencia en cada categoría fue con la tierra misma. La misma semilla fue echada por el mismo sembrador. No se puede culpar las diferencias de resultados al sembrador o la semilla, sino solo a la tierra. La parábola también era un ánimo para los discípulos. Aunque parezca que pocos responden, Dios está en control y la cosecha ciertamente vendrá. Esto fue especialmente significativo a la luz de la creciente oposición a Jesús. No todos responderán, pero habrá algunos que lo harán, y la cosecha será grande. Aún más que describir el progreso mixto del mensaje del evangelio, la parábola del sembrador hace que el oyente se pregunte: ¿Qué tipo de tierra soy yo? ¿Cómo puedo preparar mi corazón y mente para ser la tierra adecuada? Esta parábola invita la acción para que recibamos la Palabra de Dios para beneficio completo.
La parábola del trigo y la cizaña. Esta parábola describe la hazaña de un enemigo quien intentó destruir el trabajo del hombre que sembró buena semilla en su campo. El propósito del enemigo al sembrar cizaña entre el trigo era destruir el trigo. Pero el agricultor sabio no dejaría triunfar al enemigo. En vez de eso, el agricultor decidió solucionar el problema en el tiempo de la cosecha. Notamos que esta parábola describe claramente la corrupción entre el pueblo de Dios. Igual que en la parábola anterior, el fruto (o trigo) representa al pueblo de Dios. Es traída una influencia que puede parecer genuina, aun como la cizaña puede parecerse al trigo pero que no lo es.
La cizaña es una planta venenosa familiar al trigo que es prácticamente indistinguible de él hasta que se forman las espigas. Con el interés de preservar y proteger al trigo, el granjero sabio no separó la cizaña del trigo hasta la hora de la cosecha. El reconoció que la respuesta para el problema solo vendría al final de la cosecha. Sabiendo la explicación de esta parábola como se explica en Mateo 13:36-43, entendemos por qué Jesús la dijo justo después de explicar la parábola del sembrador, especialmente con la semilla que creció entre espinos. Pero quizá se pregunte uno si el pueblo del Mesías debe separar inmediatamente el grano de la hierba mala; y esta parábola contesta la pregunta con un negativo: habrá un retraso de la separación hasta la cosecha.
Pastor Carlos Umaña Comunidad Cristiana Lifehouse.