Esta extensa lista incluye a los que subieron con Esdras de Babilonia. Aquí Esdras empieza a volver a contar la cuenta que se resumía en el capitulo 7. Había muy poco en Jerusalén para atraer una nueva expedición; ya que el glamour que rodeaba el primer regreso, con un hijo de David como líder, se había desvanecido en decepciones dolorosas; y la segunda serie de peregrinos tenían que llevar consigo la antorcha con la que reavivarían las llamas de la devoción. Los hijos de Finees, Gersón, Itamar, Daniel, David y Hatús: Estos parecen ser miembros prominentes de la comitiva, procedentes de familias prominentes.
Habían tres con el nombre Secanías; el segundo esta mencionado en Esdras 8:5, y el tercero en Esdras 10:2. Los tres eran personas diferentes, como puede verse por las casas de sus padres. Sumando las cuentas de los miembros masculinos del grupo, había un total de por lo menos 1,496 varones en el grupo. Sumando un número estimado de mujeres y niños. Podemos suponer que el número total de la parte que venía con Esdras en los días del Rey Artajerjes era de aproximadamente entre 6,000 a 7,000 personas. Esta fue una buena suma a los que fueron antes con Zorobabel; sin embargo, no tantos como podría haber sido, pero solo regresarían los que quisieran de corazón.
Esdras era definitivamente el líder de este grupo, y más que en el sentido espiritual. Él guio la expedición. Los levitas eran diferentes a los sacerdotes, siendo la tribu más grande de la familia de sacerdotes (los descendientes de Aarón). Estos eran obreros esenciales para el sistema de alabanza del templo el cual Esdras iba a promover. Tal vez los levitas estaban muy cómodos con sus vidas en Babilonia para regresar a Jerusalén. Tal vez no estaban dispuestos a regresar a sus labores de templo ancestrales los cuales los ponían bajo la autoridad de los sacerdotes. Cualquiera que fuera la razón, Esdras tenía el dinero y la autoridad que necesitaba, pero no a los varones. Un comentario rabínico en el Salmo 137 relata que había levitas en la caravana, pero no estaban calificados para oficiar porque cuando Nabucodonosor les había ordenado que cantaran para el los canticos de Sion, se reusaron y se mordieron las puntas de sus dedos, para no poder tocar las arpas.
Esdras reunió a un buen numero de descendientes de los levitas reconocidos y los envío para que se unieran al trabajo en Jerusalén. No aceptó el fracaso inicial de Levitas de unirse al grupo, pero siguió reclamando la ayuda. Él planeó cuidadosamente el esfuerzo de reclutamiento de los levitas. Eligió específicamente a los reclutadores – nueve hombres principales, y dos hombres doctos para hacer la apelación lo más persuasiva posible. Luego cuidadosamente instruyó a los reclutadores en cuanto a las palabras que habían de hablar, y los dirigió exactamente a quien tenían que apelar (a Iddo, y a sus hermanos). Ciertamente, la buena mano de nuestro Dios estaba sobre el esfuerzo de reclutamiento, pero también estaba la planeación de Esdras.
Finalmente, se nos habla de Serebías: Fue un hombre que respondió al llamado y encabezó una delegación de levitas para regresar a Jerusalén.
Pastor Carlos Umaña Comunidad Cristiana Lifehouse.