Dios hace estas promesas sabiendo el estado actual de Israel. Aunque Judá está en un mejor lugar que Israel, Dios aún hace promesas con un conocimiento pleno de su estado actual. Los ídolos y alianzas foráneas en las que Israel confía son inútiles. Es como intentar alimentar al viento. El solano era, y aún es, en todos los países; un viento sofocante, debilitante y perjudicial. En lugar de confiar en Jehová, Israel confiaba en los tratos y pagos de las superpotencias que le rodeaban. Era necio de parte de ellos el pensar que Asiria y Egipto eran más poderosos o confiables que Jehová.

Dios mira hacia atrás al patriarca Jacob. En la antigua Israel, un “toma calcañar” era un doble concesionario, alguien que lograba sus metas a través de medios astutos y deshonestos. A través de Oseas, Dios dice, “Así era Jacob antes, y así es Israel ahora.” El tomar el calcañar también daba a entender ir tras la espalda de alguien para engañarle o burlarse, y esto se convirtió en la característica dominante del hombre. El profeta recuerda la lucha entre Jacob y el Hombre de Dios. Jacob se rehusó a sujetarse a Dios, así que Dios demandó una sujeción de parte de él en un combate de lucha literal.

Jacob luchó con Dios, quien se apareció en forma humana como un Varón. Ya que este era un mensajero único de parte del cielo, Él también es apropiadamente descrito como el Ángel de Jehová. Inspirado por el Espíritu Santo, Oseas enfatiza otros dos detalles del hecho de Genesis 32. Primero, nos dice que Jacob prevaleció en el combate de lucha. Segundo, nos dice que Jacob lloró en la lucha. ¿Cómo puede ser que Jacob prevaleció? Él prevaleció en la única manera que cualquiera puede cuando lucha en contra de Dios. Prevalecemos cuando perdemos y lo sabemos, rindiéndonos a Dios. ¿Porqué es importante el saber que Jacob lloró? Porque nos ayuda a entender que tan desesperado y quebrantado él estaba mientras estaba asido del Señor, ahora rogando solamente por una bendición.

Jacob volvió al lugar donde sabía que Dios le había vencido, y todo lo que pudo hacer fue asirse de Dios y rogar por una bendición. La frase: “Tú, pues”, le habla a Israel, diciéndoles que deben de regresar a Dios de la misma manera. Esto nos recuerda que jamás podemos volvernos al Señor sin Su ayuda. Esto muestra cuan débiles somos y cuanto en verdad dependemos en Él.

Oseas profetizó durante un tiempo de gran prosperidad, pero con una gran decadencia espiritual y moral en Israel. Cuando las cosas están bien financieramente, es difícil para las personas el creer que su sociedad está en problemas. Mercader en otras versiones aparece como “Cananeos”, debido a que los Cananeos en ese tiempo eran mercaderes y comerciantes bien reconocidos. Clarke dice: “Efraín es tan corrupto como aquellos paganos comerciantes que están en todas partes.” Aunque Israel disfrutaba de una prosperidad financiera y de buenas casas, el juicio de Dios les llevaría hacia el exilio y a humildes tiendas de nuevo. Este juicio es certero porque Dios ha hablado, por medio de los profetas, aun así, ellos no escucharon.

Los altares paganos eran edificados altos y de manera majestuosa para añadir dignidad al dios pagano. Cuando el juicio de Dios viene, todos esos altares son humillados, para que el único altar sea la colina; hecha por los surcos del campo. El pasaje anterior saco a relucir el exilio inminente de Israel, y ahora Oseas hace una conexión entre el exilio venidero de Israel y el “exilio” de Jacob cuando huyó de Esaú con su tío Labán en Siria.

Aunque Dios envió profetas a Israel, ellos aún rechazaron Su palabra. Ellos habían provocado a Dios con amarguras, así que Dios les dejaría con su culpa, les pagaría con el oprobio de la esclavitud de Egipto sobre ellos.

Pastor Carlos Umaña
Comunidad Cristiana Lifehouse.