El Espíritu de Jehová era la fuente de la valentía de Jefté y puede ser la fuente del coraje para nosotros también. Cuando somos acosados por temores y ansiedades, necesitamos llenar nuestras vidas con Jesús y ser llenos con el Espíritu Santo. La llenura del Espíritu nos hace avanzar. Vamos hacia adelante en el sentido de progreso espiritual, y vamos hacia adelante en el sentido de confrontar a los enemigos de Dios. Aunque bien intencionado, Jefté hizo un voto necio. Tales votos pueden ser intentos de manipular a Dios o el ponerle bajo obligación hacia nosotros. Es más importante estar del lado de Dios que el intentar persuadirlo para estar de nuestro lado. No hay necesidad de sobornar la ayuda de Dios, como Jefté lo hizo, por su promesa apresurada. Él dará con gusto y libremente de Su propio corazón de amor la ayuda y liberación que necesitamos, si tan sólo nuestro camino esta ordenado correctamente delante de Él. El dijo que cualquiera que saliere de las puertas de su casa a recibirlo, lo ofrecería en holocausto: Jefté no tenía un sacrificio humano en mente. Esto esta indicado por la antigua gramática hebrea: “El género masculino puede ser traducido a “sea lo que salga” o “quien sea que salga” y “lo sacrificaré.” El comentarista Adam Clarke estaba de acuerdo que, según los eruditos hebreos más precisos, la mejor traducción es Lo consagraré a Jehová, o lo ofreceré para el holocausto. Como él escribió, “Si es algo apto para el holocausto, será hecho así; si es apto para el servicio de Dios, será consagrado hacia él.” Recordemos que el sacrificio humano estaba estrictamente prohibido por la Ley Mosaica en pasajes como Levíticos 18:21 y Deuteronomio 12:31. Es casi certero que Jefté estaba familiarizado con tales pasajes debido a que él negoció con los Amonitas y demostró que conocía la Palabra de Dios.

Dios ganó una gran e importante victoria por Israel por medio de Jefté. Él superó la amargura y el rechazo de familia para satisfacer una gran necesidad. A pesar de su difícil pasado, Dios le utilizó de una manera maravillosa. Jefté hizo su necio voto sinceramente, con la intención de mantenerlo enteramente. Pero él no consideró seriamente las consecuencias del voto. Por lo tanto, él se entristeció cuando su hija fue la primera en saludarle fuera de su casa. Fue una cosa el hacer y el guardar el voto cuando Jefté creyó que una vaca o una oveja saldría de la casa cuando él llegara; pero cuando su hija salió él debió decir inmediatamente: “He hecho un voto necio, y sería más pecaminoso para mí el guardarlo que el romperlo. Me arrepentiré delante de Dios por mi necio voto.” Si un hombre hace un voto para cometer un crimen, el voto para hacerlo es en si mismo un pecado, y el llevar a cabo el voto será sin duda pecaminoso. Eclesiastés 5:1-2 y 5:4-6 habla del peligro de hacer votos necios. Este pasaje pone en claro que es mejor el no hacer un voto que el hacer un voto necio. Esto no significa que los votos sean malos – éstos pueden ser buenos. Esto significa que debemos de tomarlos en serio. Los cristianos necesitan tomar en serio el pecado de los votos quebrantados, y cuando los vemos debemos de arrepentirnos y guardarlos, o arrepentirnos de la necedad de haber hecho el voto, y buscar la liberación de Dios hacia el voto.

Como seguidores de Cristo Jesús, la declaración de Jefté nos recuerda lo que hemos hecho: le he dado palabra a Jehová. Hemos confesado nuestra fe en Cristo Jesús, hemos declarado que somos seguidores y discípulos de Cristo Jesús, hemos alabado a Dios con nuestros cantos y palabras, hemos proclamado nuestra parte junto con el pueblo de Dios. Como seguidores de Cristo Jesús, la declaración de Jefté nos recuerda lo que no podemos hacer: no podré retractarme: No nos podemos retractar aún cuando seamos perseguidos, aún cuando se burlen de nosotros, ni siquiera en lo más mínimo. El retractarnos podría mostrar que nuestra fe siempre fue falsa, traería desgracia a la obra de Jesús en la cruz, abandonaría la recompensa celestial y no tendría sentido.

Algunos piensan que Jefté en realidad ofreció a su hija en holocausto. Si él lo hizo, esto fue exactamente un ejemplo de celo equivocado para con Dios, porque Dios jamás le pidió que hiciera un voto tan necio, o que lo cumpliera de una manera necia. Después, en su historia, Israel comenzó a servir a un terrible dios pagano llamado Moloc, quien era apaciguado con sacrificios de infantes de la manera más terrible. Dios nunca pidió el ser servido de esta terrible manera, y por lo tanto, la culpa no se le puede imputar a Dios.

Ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad . . . ella nunca conoció varón: Estas palabras indican que fue más probable que Jefté apartara a su hija para el servicio del tabernáculo, de acuerdo con el principio de Levíticos 27:2-4, donde las personas apartadas para Dios en un voto no eran requeridas a ser sacrificadas (como lo eran los animales) sino que eran “dados” al tabernáculo en su valor monetario. Sabemos que había mujeres que eran apartadas para el servicio del tabernáculo; éstas eran llamadas las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión, en Éxodo 38 y 1 Samuel 22. Es más común que la hija de Jefté se convirtió en una de estas mujeres que servían en el tabernáculo. Su hija y sus amigas se entristecieron con razón de que ella fuera dada al servicio del tabernáculo antes de que ella se pudiera casar. Probablemente la mayoría de las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo eran viudas mayores. Al enviar a su única hija, sin casar, al servicio del tabernáculo por el resto de su vida, muestra que tan en serio Jefté y su hija tomaron su promesa para Dios. Es difícil el creer que él hizo algo contrario a las maneras de Dios al ofrecer a su hija como un sacrificio humano, y aún ser mencionado como un hombre de fe en la lista de hebreos 11.

Pastor Carlos Umaña Comunidad Cristiana Lifehouse.