Es fácil escuchar el tono de voz sarcástico y amargo en Job. El tono fue tomado apropiadamente, porque los amigos de Job realmente habían actuado como si fueran el pueblo y tuvieran toda la sabiduría. Al reprender a Zofar y sus amigos, Job menciona dos puntos. Primero, que él también era un hombre de entendimiento. Segundo, que los principios teológicos presentados por Zofar y los otros eran en realidad ampliamente conocidos. Toda su sabiduría jactanciosa consiste solamente de series de proverbios que se encuentran en boca de toda persona, y no hay prueba de sabiduría ni experiencia en los que los usan. En respuesta, Job hablará explícitamente sobre la sabiduría y grandeza de Dios. Spurgeon decía: “Me gustaría que tuviéramos otro Job, para castigar la lengua altisonante de los teólogos modernos. Están levantándose en medio de nosotros hombres, que, si bien no son herejes en doctrina, son extraños en su discurso.”
Job se quejó de que a pesar de que él era un hombre piadoso (uno que invoca a Dios, y él le responde), y un hombre que era justo – aun así, era escarnecido. La manera en que el inocente Job era escarnecido por otros nos recuerda lo que Jesús soportó en sus sufrimientos en la cruz, cuando fue escarnecido por los soldados que lo golpearon (Mateo 27:29), fue escarnecido por los principales sacerdotes cuando fue clavado en la cruz (Mateo 27:41), y fue ridiculizado por otros (Marcos 15:27-31).
Es como una lámpara despreciada de aquel que está a sus anchas: Job recuerda cómo solía ser su vida. Solía llamar a Dios y recibir respuesta, y en esos brillantes días él no sentía que necesitara de una lámpara, porque su vida estaba a sus anchas. Ahora todo es diferente y sus amigos solo se burlan y lo malinterpretan. Y los que provocan a Dios viven seguros: Ahora, le parece a Job que su vida y entendimiento previos estaban patas para arriba. Antes, todo parecía tener sentido – los justos parecían ser bendecidos y los perversos parecían ser afligidos. Ahora todo es diferente. Job no se dio por vencido con Dios, pero tuvo que darse por vencido con su anterior entendimiento de Dios. El credo de Job se desmoronaba en ruinas, por lo tanto, dice, dejo mi credo, pero niego que haya dejado a Dios.
Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán: Aquí Job se expande en la idea primero expresada en Job 12:3: ¿Y quién habrá que no pueda decir otro tanto? El punto es que lo que sus amigos dicen sobre Dios es básico, que incluso los animales lo saben. Si quieres conoce los caminos del Señor, dice Job, solo mira a tu alrededor. Puedes teologizar todo lo que quieras, pero si tus teorías no encajan con el orden de las cosas como están ¿entonces de que sirven tales teorías? ¡Incluso un perro tiene más conocimiento de Dios que ustedes!
Siempre se ha señalado que el versículo 9 es el único lugar en la poesía donde se utiliza el nombre Yahvé para Dios. Por esta razón su autenticidad ha sido cuestionada por muchos. Visto en una luz diferente, esta palabra adquirió una importancia enorme porque su rareza la hace tan sobresaliente.
Ciertamente el oído distingue las palabras: En estos pocos versículos Job recita una simpleza; afirmaciones que son entendidas y evidentemente verdaderas. La idea es que tan claramente como que estas cosas son verdaderas, también el poder y el esplendor de Dios son fácilmente entendidos como verdad. No hay apelación del veredicto de nuestro paladar. Sabemos en un momento si la substancia es dulce o amarga, apetitosa o desagradable. Ahora lo que el gusto es a los artículos de dieta, es el oído a las palabras, sea Dios u hombre.
Pastor Carlos Umaña Comunidad Cristiana Lifehouse.