Fueron diligentes apoyando y fundando el templo, y fueron diligentes en castigar a quien fuera que se opusiera. Las razones políticas de esta franqueza pueden haber sido muchas, entre ellas el deseo de mostrar respeto por las políticas de Ciro y el promover estabilidad en parte del imperio; lo cual era muy importante para las comunicaciones con Egipto, en un tiempo cuando un amplio malestar había cesado recientemente. Las palabras y ministerios personales de Hageo y Zacarías post exílicos fue un componente importante en el éxito de la obra. El trabajo y los trabajadores eran fortalecidos genuinamente por la Palabra de Dios por medio de estos profetas. El ministerio inicial de ellos profetas es mencionado en Esdras 5:1-2. Ahí, los profetas tenían que animar al pueblo de Dios para terminar el trabajo después de un largo periodo de inactividad. Ahora tenían que animarlos para que continuaran el trabajo para el que Dios había abierto las puertas para que se terminara. Aun con las puertas abiertas, el trabajo era muy difícil y necesitaban estimulo profético. La bendición de Dios no hizo que el trabajo fuera fácil de hacer.

El trabajo en el templo fue de lento progreso porque hubo oposición y la preocupación de los repatriados con sus propios hogares. Por qué habían puesto sus propios intereses primero, Dios les envió hambruna como un juicio. Estimulado por la predicación de Hageo y Zacarías, y bajo el liderazgo de Zorobabel y Josué, un nuevo esfuerzo había iniciado. La casa fue terminada el tercer día del mes de Adar, que era el sexto año: Esto significa que tomó cuatro años para la reanudación de la construcción. Era un trabajo tan grande que aun ni trabajando con diligencia fue terminado rápidamente. La mención de Artajerjes, quien pertenece al siguiente siglo, nos lleva adelante a la restauración de los muros de la ciudad por Nehemías, el cual este rey autorizó. Su nombre, como el tercer patrón real de rehabilitación de Israel, es añadido para completar la imagen, por un autor o por un escriba temprano.

Hubo una celebración previa, varios años atrás en donde fue fundado el segundo templo (Esdras 3). Esta fue la celebración para el acabado de un templo en funcionamiento. La palabra para dedicación (hanukka) fue después convertida en el nombre de un festival en memoria de la reconstrucción del templo en 165 A.C. después de su profanación por Antíoco Epífanes. Comparado con las dedicaciones del templo de Salomón, esto era una celebración de dedicación pobre. Salomón sacrificó alrededor de 142,000 animales en su dedicación al templo; aquí en la dedicación del segundo templo solo sacrificaron a un total de 712 animales. Sin embargo, dada la riqueza relativa de Israel en los días del primer templo en comparación con el segundo templo, el regalo más pequeño registrado en Esdras tal vez fue el más hermoso para Dios. Hubo una confesión de falla, pero también de fe. El hecho de que el sacrificio fue hecho para las doce tribus demuestra que los reunidos de Israel tenía es mismo sentir que eran el producto colectado de las doce tribus y no había diez o ningún numero de tribus “perdidas”.

Tuvieron cuidado para reanudar el servicio sacerdotal apropiado como se había mandado en el libro de Moisés y patrón previo de David. Aun así, todo era lo mismo como en el servicio anterior en los días del templo de Salomón. El plan original del Segundo templo se asemejaba al primero. Pero el Lugar Santísimo fue vaciado, porque el arca del pacto se perdió por la conquista de Babilonia. El Lugar Santísimo fue amueblado con una mesa para los panes de la proposición, el altar de incienso, y una menorah en vez de los diez de Salomón.

Ellos eran cuidadosos de mantener la Pascua de acuerdo con el comando de Moisés, en el día apropiado. Al mantener la Pascua recordaban el acto central de la redención del Antiguo Testamento, la liberación del pueblo de Dios de Egipto. El pueblo mismo no sacrificó a los corderos pascuales, sino que los sacerdotes lo hacían por ellos. Parece ser que no había una costumbre absoluta, a veces el pueblo sacrificaba a los corderos pascuales bajo la supervisión de los sacerdotes y a veces los sacerdotes lo hacían por el pueblo. Conectados con el recuerdo de la liberación de la Pascua estaba la Fiesta de los panes sin levadura, la cual marcaba la pureza del pueblo de Dios entregado. El verso 21 es un versículo crucial para corregir la impresión que tal vez se adquiera de Esdras 4:1-3 de una fiesta amarga y exclusiva. . . en realidad encontramos que solo los auto excluidos no eran bienvenidos. El convertido encontró una puerta abierta, como Rahab y Ruth lo habían hecho. Podríamos sospechar de un espíritu de apatía judía en la horrible frase ‘la inmundicia de los paganos.’ Pero era muy cierto que los hábitos de vida de ambos; Cananeos y Babilónicos eran asquerosamente inmorales. En el contexto de obediencia y pureza, ellos no perdieron su alegría. La pureza del pueblo de Dios liberado alegró su carácter. También los llevó a fortalecer sus manos en la obra de la casa del Dios de Israel. Así termina el primer acto, toda una generación de largo y solo unos cuantos celebrando la rehabilitación de Israel. Y todo comenzó cuando el Señor movió el espíritu de Ciro y concluyo con Dios inclinando el corazón de uno de los sucesores más poderoso del rey. El había inclinado el corazón de rey de Asiria– un título para Darío que habla de la autenticidad del narrativo, ya que representa una forma vieja de discurso para el gobernante de los distritos que una vez pertenecieron al rey de Asiria.

Pastor Carlos Umaña Comunidad Cristiana Lifehouse.