[fusion_builder_container hundred_percent=”no” equal_height_columns=”no” menu_anchor=”” hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” class=”” id=”” background_color=”” background_image=”” background_position=”center center” background_repeat=”no-repeat” fade=”no” background_parallax=”none” parallax_speed=”0.3″ video_mp4=”” video_webm=”” video_ogv=”” video_url=”” video_aspect_ratio=”16:9″ video_loop=”yes” video_mute=”yes” overlay_color=”” video_preview_image=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” padding_top=”” padding_bottom=”” padding_left=”” padding_right=””][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=”1_1″ layout=”1_1″ background_position=”left top” background_color=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” border_position=”all” spacing=”yes” background_image=”” background_repeat=”no-repeat” padding_top=”” padding_right=”” padding_bottom=”” padding_left=”” margin_top=”0px” margin_bottom=”0px” class=”” id=”” animation_type=”” animation_speed=”0.3″ animation_direction=”left” hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” center_content=”no” last=”no” min_height=”” hover_type=”none” link=””][fusion_audio src=”https://house.life.cr/wp-content/uploads/2020/09/El-pacto-mesianico-de-Dios.mp3″ loop=”off” autoplay=”off” preload=”none” hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” class=”” id=”” background_color=”” controls_color_scheme=”” progress_color=”” max_width=”” border_size=”” border_color=”” border_radius_top_left=”” border_radius_top_right=”” border_radius_bottom_right=”” border_radius_bottom_left=”” box_shadow=”no” box_shadow_vertical=”” box_shadow_horizontal=”” box_shadow_blur=”0″ box_shadow_spread=”0″ box_shadow_color=”” animation_type=”” animation_direction=”left” animation_speed=”0.3″ animation_offset=”” /][fusion_text]

Este hermoso pasaje no se encuentra en la Septuaginta y por lo tanto ha sido sujeto a muchos comentarios. En el contexto de las promesas del nuevo pacto, Dios promete que un descendiente de la línea de David sería el renuevo de justicia. Jeremías no revela mucho acerca del Mesías que ha de venir como lo hace Isaías, pero de cualquier manera da destellos de Cristo como la fuente de agua viva (Jeremías 2:13), el buen pastor (Jeremías 23:4; 31:10), el renuevo de justicia (Jeremías 23:5), el redentor (Jeremías 50:34), El Señor como nuestra justicia (Jeremías 23:6) y el rey David (Jeremías 30:9). La gran promesa de restauración y bendición cuando se complete el nuevo pacto llegarán a través del hombre escogido, ese renuevo de justicia, quien será un descendiente de David. Él reinará no solo sobre Jerusalén e Israel, sino también sobre toda la tierra, trayendo juicio y justicia.

Jerusalén ya no será más un lugar de idolatría, rebelión, verguenza, ni de la destrucción que llega con todas esas cosas. Será una ciudad y un pueblo que realmente encontrarán su justicia en El Señor. El nombre dado al Mesías en Jeremías 23:6 es aquí dado a Jerusalén. Ella puede tener el mismo nombre del Mesías debido a que ella refleja la justicia que el Mesías ha derramado sobre ella.

El pacto de Dios con David o sea la promesa de traer al Mesías que reinará desde su linaje está en 2 Samuel 7:12-16 y era tan seguro como que hay día y noche. Este Mesías prometido reinara en el trono de David, y con muchos a su alrededor que reinarán con Él. Sin importar que tan prósperos aparente ser; un pueblo sin rey y sin sacerdocio se puede considerar una simple chusma: así que aquí se encuentra el clímax de la promesa. La dinastía prometida será permanente, y tendrá una sucesión de sacerdotes levitas quienes constituirán un ministerio valido. Estas palabras no indican un contante reinado del linaje de David y servicio de los sacerdotes levíticos; habla de un reino y servicio sin fin. Dios promete innumerables siervos que vendrían al lado del Mesías como parte de la línea del rey David. Esto se cumplirá con las multitudes que vienen con Jesús bajo el nuevo pacto en Apocalipsis 7:9-10.

La monarquía y el sacerdocio son las dos bases de la teocracia del antiguo testamento. Cuando estos parecían estar en su mayor peligro de extinción en los días de Jeremías, encontramos su continuidad presentados en términos seguros e irrevocables. Dos familias que Jehová escogiera han sido desechadas: las dos familias son aquellas del reino del norte: Israel y el reino del sur: Judá. Había algunos (y algunos hoy en día) que piensan que, aunque Dios los escogió alguna vez, Él ahora los había desechado. Ellos negaban que Israel continuara como una nación, un colectivo de personas con quienes Dios tenía un plan y un propósito especial, y una nación, no solo delante de Dios, sino delante del mundo. En el nuevo pacto el propósito de Dios se extiende más allá de Israel, pero nunca se olvida de ellos.
Dios repite la misma figura utilizada en Jeremías 33:19-21 para comunicar la permanencia del pacto. Dios puso el sol y la luna en la mesa de negociaciones. Él ofrece los cuerpos celestiales como un depósito de garantía por las promesas de este pacto. Si Dios fracasa en proveer un rey eterno o un sacerdocio permanente, entonces el sol y las estrellas serán tuyas. Debemos notarse que estos versículos forman parte de la fundación del estudio moderno de la ciencia. Ellos afirman que la regularidad del día y de la noche no es el producto de una situación evolutiva. Si no que, Dios ha establecido un pacto con el sol y con la luna. Dios habló en lo concerniente a los descendientes genéticos de Israel, no solo a los descendientes espirituales.
De nuevo, el nuevo pacto alcanza a todo el mundo, no solo a Israel; pero no ignora ni deja de lado a Su pueblo. Con la venida de Jesús, el reino de Dios vino al mundo y fue restaurada la adoración íntegra. Con esto son restauradas todas las demás áreas de la vida del hombre, ya que la adoración genuina a Dios prima por sobre todo lo demás. El cumplimiento de Su promesa es tan cierto como las leyes de la naturaleza. Confiemos en el pacto divino y seremos restaurados.
Pastor Carlos Umaña
Comunidad Cristiana Lifehouse.

[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]